La medida, que permite acciones letales y entrenamiento de grupos armados, intensifica la campaña de presión contra el régimen de Nicolás Maduro y aumenta el riesgo de un conflicto internacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este miércoles que autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a ejecutar operaciones encubiertas en Venezuela, en un giro significativo de la política exterior norteamericana hacia el país sudamericano. La orden clasificada, conocida como “presidential finding”, permite a la agencia desplegar equipos clandestinos dentro y fuera del territorio venezolano, incluyendo acciones letales, operaciones paramilitares y colaboraciones con fuerzas militares estadounidenses en el Caribe.
La confirmación de esta decisión se produjo tras un informe del The New York Times y varias filtraciones a medios internacionales. Según las publicaciones, el objetivo de la medida es intensificar la campaña para derrocar a Nicolás Maduro, a quien Washington acusa de apoyar el narcotráfico, proteger organizaciones criminales y violar los derechos humanos. Desde hace semanas, EE. UU. ha atacado cinco embarcaciones en el mar Caribe vinculadas al tráfico de drogas, en un conjunto de operaciones que deja más de 27 muertos y que la Casa Blanca justifica en el marco de una estrategia de seguridad nacional.
Expansión de la estrategia
En declaraciones en la Casa Blanca, Trump señaló que la decisión obedece a dos motivos principales: “Venezuela ha vaciado sus cárceles hacia EE. UU. y gran parte de las drogas que llegan a nuestras costas provienen de allí”. Ante la efectividad limitada de las interdicciones marítimas, el mandatario afirmó que el esfuerzo se trasladará también al territorio continental venezolano.
Esta autorización coincide con la presencia de unos 10.000 soldados estadounidenses desplegados en el Caribe —en bases en Puerto Rico y a bordo de buques de guerra— y planes contemplados por el Pentágono para posibles ataques dentro del territorio venezolano. Las opciones incluyen bombardeos selectivos, ataques sobre infraestructura militar o el aplastamiento de campamentos de narcoterroristas. Además, Estados Unidos elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, declarado “enemigo número uno” por integrantes del Gobierno estadounidense.
