El Gobierno ecuatoriano reduce gastos en instituciones y busca frenar el déficit
El presidente Daniel Noboa anunció a inicios de 2024 un ambicioso plan para recortar el gasto público en Ecuador, en medio de una compleja situación fiscal y creciente presión ciudadana por mayor eficiencia estatal. Desde entonces, varias decisiones han reconfigurado el funcionamiento de las instituciones públicas. Aquí te contamos qué se ha recortado, cómo avanza la ejecución de estas medidas y qué impactos se están viendo.
¿Por qué se recorta el gasto público?
El país enfrenta un déficit fiscal significativo y una deuda pública que supera el 57 % del PIB. Ante esta realidad, el Gobierno optó por reducir gastos operativos, eliminar rubros considerados «improductivos» y reestructurar el presupuesto en sectores específicos.
¿Qué medidas se han tomado?
- Reducción del gasto improductivo: Incluye viáticos, contratación de consultorías innecesarias y gastos en publicidad institucional. Esta medida busca ahorrar al menos USD 121 millones.
- Congelación de contratos ocasionales: No se están renovando contratos temporales en algunas entidades estatales.
- Reprogramación del Plan Anual de Inversiones: A junio de 2025, la ejecución presupuestal fue del 54 %, lo que ha generado retrasos en obras públicas clave, especialmente en energía e infraestructura.
- Reforma en subsidios: Se evalúa focalizar subsidios a combustibles para reducir el gasto sin afectar a la población más vulnerable.
El recorte al gasto público en Ecuador es una medida que busca estabilizar las finanzas estatales, pero su aplicación ha generado tensiones en el sector público y cuestionamientos sobre su impacto en la calidad de los servicios.
El reto para el Gobierno de Noboa será mantener el equilibrio entre austeridad y funcionalidad del Estado, sin sacrificar derechos ni servicios esenciales para la ciudadanía.