La iniciativa, articulada en el Decreto 0729 de 2025, busca ampliar la cobertura, reforzar la prevención y garantizar atención integral a la salud mental en todo el territorio colombiano.
El Ministerio de Salud y Protección Social presentó este martes la nueva Política Nacional de Salud Mental, que contempla una inversión de US$ 150 millones y se implementará durante los próximos cuatro años.
Objetivos y componentes principales
La política tiene como objetivo central transformar el modelo de atención en salud mental, pasando de uno reactivo a otro preventivo, predictivo y resolutivo, con énfasis en la atención primaria. Entre las líneas clave se encuentran:
- La creación de una red nacional de salud mental, que incluye un centro nacional de referencia y 39 centros regionales que estarán articulados con prestadores públicos, privados y mixtos.
- Fortalecimiento del talento humano: actualmente se reportan 10.850 equipos básicos de salud, de los cuales 6.615 cuentan con psicólogos especializados.
- Atención prioritaria a territorios con alta carga de trastornos mentales, reducción de barreras de acceso y énfasis en poblaciones históricamente excluidas.
- Implementación de protocolos de urgencias en salud mental, sistemas de referencia y contrarreferencia, transporte sanitario y fortalecimiento de infraestructura.
Contexto y relevancia
La presentación de la política ocurre en un momento en que la salud mental ha tomado mayor relevancia por el aumento de trastornos emocionales, ansiedad, depresión y eventos adversos en diversos grupos poblacionales. Además, el país ha enfrentado obstáculos en el cumplimiento pleno del derecho a la salud mental, incluida la inequidad de cobertura entre zonas urbanas y rurales.
El anuncio de esta inversión histórica apunta a reducir la brecha existente y a posicionar la salud mental como un componente central del bienestar social en Colombia.
Desafíos en la implementación
A pesar de la ambición de la política, expertos advierten que la implementación enfrentará retos importantes:
- Garantizar que los recursos se destinen efectivamente a los territorios más vulnerables y que la infraestructura propuesta sea operada con calidad.
- Coordinar a múltiples actores del sistema de salud (EPS, prestadores públicos, étnicos, comunitarios) bajo la lógica de la nueva red.
- Superar la barrera del estigma social hacia los trastornos mentales, y asegurar que la atención no quede relegada a grandes ciudades, sino que llegue a áreas rurales y poblaciones aisladas.
Con este anuncio, el Gobierno busca marcar un hito en la política pública de salud en Colombia, elevando la salud mental a una prioridad estratégica nacional.
