La nueva Subestación La Marina, marca un hito en la infraestructura energética de la ciudad, beneficiando a más de 50.000 usuarios con un suministro eléctrico confiable, seguro y de calidad.
Cartagena fortalece su infraestructura eléctrica con la puesta en marcha de la Subestación Eléctrica La Marina, una obra estratégica que moderniza el sistema de transmisión de la ciudad y garantiza un suministro más estable y seguro para más de 50.000 usuarios en sectores clave como Bocagrande, Castillogrande, El Laguito, el centro histórico y otras zonas de alto valor turístico, comercial y residencial.
El proyecto, liderado por el consorcio CEMARCARIBE S.A.S. E.S.P. y adjudicado por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), fue catalogado como “urgente” desde 2019, tras detectarse altos riesgos de colapso por sobrecarga en el sistema existente. Tras años de planeación, construcción y pruebas, en 2025 entró en operación con tecnología de punta.
La subestación opera actualmente a 66 kV, con posibilidad de expansión hasta 150 MVA de capacidad instalada. Está dotada con tecnología GIS (Gas Insulated Switchgear), un sistema de interruptores encapsulados que ocupa menos espacio, ofrece mayor seguridad y reduce el riesgo de fallos frente a condiciones climáticas adversas.
Uno de los componentes más innovadores del proyecto es la incorporación de más de seis kilómetros de líneas de transmisión subterráneas, que permiten cerrar el anillo de alta tensión de Cartagena, mejorando significativamente la redundancia y confiabilidad del servicio eléctrico. Esta arquitectura evita interrupciones prolongadas ante eventuales fallas y facilita el mantenimiento sin afectar a los usuarios.
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Durante la ejecución de la obra, se cumplieron estrictos criterios de seguridad, sostenibilidad ambiental y normativas urbanísticas, con apoyo de las autoridades locales y comunidades del área de influencia.
Para Marco Vieira, gerente de CEMARCARIBE, la entrega de esta obra representa “un hito para el presente y futuro de Cartagena”, no solo por su impacto técnico, sino por el respaldo que brinda al crecimiento urbano, turístico y económico de la ciudad.
La Subestación La Marina se convierte así en un referente de planeación energética moderna, alineada con las necesidades de expansión y confiabilidad que exige una ciudad en constante transformación.