Una norma que genera alarma por debilitar medidas de seguridad vial en medio de campañas de prevención.
Mientras Bogotá refuerza sus campañas para reducir la siniestralidad vial, el Congreso de la República acaba de aprobar en cuarto debate el proyecto de ley 111, que regula el uso de bicicletas y patinetas eléctricas. Sin embargo, una de sus disposiciones más polémicas, la exoneración del SOAT para estos vehículos, ha encendido las alarmas entre autoridades y expertos en movilidad.
¿Qué establece el proyecto de ley 111?
El proyecto busca dar un marco normativo al uso creciente de modos de transporte alternativos y sostenibles, como las patinetas y bicicletas eléctricas. Entre sus principales puntos:
- Autoriza su circulación por ciclorrutas y vías urbanas.
- Establece condiciones técnicas y de seguridad mínimas.
- Propone eximir del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) a quienes usen estos vehículos.
Aunque la intención es fomentar el transporte limpio, la medida ha sido criticada por debilitar la protección tanto de los usuarios como de terceros en caso de siniestros.
Bogotá prende las alarmas por la seguridad vial
La Secretaría de Movilidad de Bogotá fue una de las primeras entidades en reaccionar. A través de un comunicado, manifestó su rechazo a la eliminación del SOAT, advirtiendo que esta decisión va en contravía de los esfuerzos locales por reducir muertes y lesiones en las vías.
Según datos del Distrito, las bicicletas y patinetas eléctricas han estado involucradas en un número creciente de incidentes viales, especialmente en zonas de alto flujo como el centro y el norte de la ciudad.
Expertos y sectores técnicos también cuestionan la medida
Diversos expertos en movilidad urbana, seguridad vial y aseguradoras han advertido que eximir del SOAT a estos vehículos podría:
- Aumentar la vulnerabilidad de los usuarios ante accidentes.
- Complicar los procesos de atención médica en casos de emergencia.
- Generar un vacío de responsabilidad jurídica y económica cuando se causen daños a terceros.
Algunos también señalan que, lejos de promover una movilidad segura, la medida podría incentivar un uso irresponsable de estos vehículos sin los debidos controles.
Un debate que apenas comienza
Aunque el proyecto ya superó el cuarto debate, todavía deberá pasar por conciliación y sanción presidencial. En ese lapso, autoridades distritales y organizaciones civiles han anunciado que buscarán incidir para modificar o frenar la exoneración del SOAT.
En Bogotá, donde la siniestralidad vial representa una de las principales causas de muerte no natural, la discusión no es menor: está en juego la protección de peatones, ciclistas y demás actores viales.