La medida busca reforzar la seguridad financiera, aunque usuarios advierten cambios restrictivos en el manejo de recursos.
Las principales entidades bancarias en Colombia han anunciado recientemente modificaciones en los montos máximos permitidos para transferencias digitales y retiros en cajeros automáticos, una decisión que responde, según los bancos, al objetivo de fortalecer la seguridad frente a fraudes y operaciones no autorizadas.
¿Cuáles son los cambios principales?
- En Davivienda, las transferencias entre cuentas del mismo banco tienen un nuevo límite diario de $50.000.000 COP, aplicable también a operaciones ACH a otras entidades.
- El pago de servicios públicos queda restringido a $10.000.000 COP por día, mientras que las compras digitales no podrán superar $5.000.000 COP diarios.
- En Bancolombia, las transferencias hacia cuentas no inscritas pasan a tener un tope de $3.000.000 COP diarios, mientras que hacia cuentas inscritas pueden alcanzar hasta $30.000.000 COP.
- Respecto a retiros desde cajeros automáticos, los bancos fijaron nuevos límites: $30.000.000 COP para retiros desde cuentas inscritas y $8.000.000 COP diarios para cuentas no inscritas.
Contexto del cambio
Los ajustes se producen en un momento en que la digitalización financiera avanza, pero aún persisten retos en la adopción completa de canales digitales. Según el Banco de la República, solo el 15 % de los usuarios del sistema financiero manejan sus recursos a través de canales digitales, frente al 79 % que sigue prefiriendo el efectivo.
Este tipo de límites, según las instituciones, buscan prevenir fraudes, operaciones sospechosas y proteger a los usuarios frente a vulnerabilidades en los sistemas bancarios digitales.
Reacción de los usuarios y riesgos anticipados
Algunos usuarios han manifestado su preocupación por lo estrictos que resultan los nuevos límites, pues podrían dificultar movimientos urgentes de dinero o transacciones de mayor monto.
Adicionalmente, los límites más bajos en cuentas no inscritas podrían incentivar el uso de medios alternativos, como el efectivo o el uso de terceros, lo que podría aumentar los riesgos de seguridad en ciertos contextos.