El exgobernador propone un gesto simbólico en medio de la crisis por el atentado contra Miguel Uribe.
En medio del impacto nacional por el atentado al precandidato Miguel Uribe Turbay, el exgobernador de Nariño, Camilo Romero, lanzó una iniciativa inédita: que cada precandidato marche este 15 de junio junto a alguien de otra orilla política, en una movilización de unión contra la violencia y el odio.
Romero señaló en redes sociales que “Colombia se debe unir contra la criminalidad y la violencia”, y rescató que el silencio de millones puede ser más elocuente que cualquier grito violento. Su propuesta busca desescalar los discursos agresivos y tender puentes entre sectores políticos polarizados.
La Marcha del Silencio: vuelve el reclamo ciudadano
La convocatoria, liderada por oposición e independientes, ya ha sido respaldada por segmentos conservadores, progresistas y urbanos. Se espera una masiva presencia en plazas del país para rechazar el atentado, defender la democracia y mostrar que la violencia no debe ser moneda corriente en política.
Contexto de tensión: atentados y fractura política
El atentado del 7 de junio contra Miguel Uribe activó una ola de movilización. Más de 70.000 personas caminaron en silencio en Bogotá y otras ciudades como rechazo a la violencia política y en demanda de garantías. La marcha del 15 de junio apuesta a ir más allá del silencio, pidiendo diálogo y unión unilateral.
¿Qué se espera del gesto político?
- Un mensaje de unidad: que los precandidatos demuestren con hechos su compromiso contra la violencia.
- Control del discurso público: frente al recrudecimiento de la polarización política.
- Catalizar la esperanza: demostrar que la ruta electoral puede ser pacífica y respetuosa con la democracia.
La invitación de Camilo Romero a marchar juntos este 15 de junio busca ser un gesto simbólico de reconciliación y pacificación en medio de una crisis política y de seguridad. Su éxito dependerá de la participación activa de los precandidatos y de la respuesta ciudadana.