Un ejercicio tenso, ríspido, con alusiones personales entre las candidatas, alusiones que generaron silencios incómodos, así fue el segundo debate presidencial.
Xóchitl Gálvez llegó con la misión de increpar a Claudia Sheinbaum y mostrar lo que señalaba como errores de su gestión y errores del Gobierno actual. Sheinbaum, por su parte, traía en su guion presentarse como una opción fresca, incluso sonriente de inicio, con la consigna de mostrar las bondades de su ejercicio en la administración pública y las bondades de la llamada 4T. Máynez, por su parte, quiso centrarse en las propuestas y los datos, señalando, cada que podía, las virtudes de los Gobiernos de Nuevo León y Jalisco.
Xóchitl Gálvez inició señalando dos de los principales problemas en México, pero además lo salpicó con una acusación grave a Morena: ‘El principal problema económico de los mexicanos es la extorsión y el cobro de piso; los delincuentes ya tienen partido. Morena se ha convertido en un narco partido’.
Claudia Sheinbaum, en su intervención inicial dio acuse de recibo de la acusación y señalo que ‘el único narco gobierno que ha existido, declarado, es el de Felipe Calderón del PAN’. Criticó posteriormente el modelo económico de la los gobiernos anteriores: ‘El viejo modelo el neoliberalismo, el que representa la candidata del prian, significó privatizaciones con corrupción, deudas privadas convertidas en públicas, como el fobaproa o el rescate carretero, pensiones de hambre, bajos salarios, aumento de impuestos.
con información de Alejandro Fuentes / Excelsior