Un grupo delictivo que rentaba casas y departamentos para ocultar y mover drogas a través de la aplicación Airbnb fue desarticulado por la Policía capitalina tras un cateo efectuado en un inmueble de la alcaldía Iztapalapa, lugar en el que les incautaron 100 kilogramos de presunta cocaína, informó el Secretario de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, Pablo Vázquez Camacho.
El titular de la SSC agregó que la droga incautada en un operativo conjunto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la policía capitalina tiene un valor en el mercado de 20 millones de pesos, por lo que se trata de un golpe significativo al crimen organizado. Sin embargo, en el operativo efectuado la madrugada de este jueves, no hubo detenidos.
La droga se movía desde Chiapas a la Ciudad de México mediante camiones de redilas y tras ocultarla por uno o dos días en domicilios que el grupo criminal rentaba a través de Airbnb, se enviaba hacia el norte del país con el fin de introducirla a Estados Unidos.
Por el momento, la Sedena y la Fiscalía capitalina desconocen el cártel asociado a esta célula delictiva, pero tras varias carpetas de investigación relacionadas con este caso, se logró identificar que usaban a la capital del país como bodega transitoria y que evitaban contacto con grupos o autoridades locales para tratar de ocultar sus operaciones.
De acuerdo con la SSC, tras identificar la operación de este grupo criminal, un Ministerio Público de la Fiscalía capitalina solicitó la orden de cateo a un juez de control, mismo que tras valorar los datos de prueba decidió autorizarla.
Por lo anterior, Sedena, SSC y la Fiscalía capitalina ejecutaron la orden de cateo en un predio ubicado en la calle Pípila, colonia Guadalupe del Moral, alcaldía Iztapalapa, logrando el decomiso de 100 kilogramos de presunta cocaína, misma que estaba empaquetada con plástico y cinta canela.
En el inmueble también se encontraron dos armas de fuego, una de ellas larga, tres teléfonos celulares, una báscula gramera, una máquina contadora de dinero y dos bolsas con fajos de billetes de diferentes denominaciones.
La zona del decomiso es cercana a la Central de Abastos de la Ciudad de México, por lo que el uso de camiones de redilas para el transporte de droga pasaba desapercibido y se confundía con el tráfico regular de la colonia Guadalupe del Moral.